domingo, 3 de marzo de 2013

 "Ay amor, que duele como el viento que hay sed...
en todo este desierto ya ves, que se me abre la boca"

El erotismo no siempre está cargadado de piel en fuego, muchas veces el erotismo duele en el alma y se parece mucho al recuerdo, a la historia que se ha ido, o mejor dicho, desamores que no han ido. Entonces esa idea que nos persigue, esa mujer desnuda que se esfumó de nuestras manos, o esa piel que un día fue sonrisa y beso, no va llevando a otras caricias, caricias ajenas, desconocidas, a amores de medio tiempo, amores pagados, o sencillamente a placeres sin mañana. Y les sucede a hombres y mujeres por igual...y desde lejos nos nos queda sino un pensamiento, como diría el cantautor cubano Amaury Pérez en una de sus canciones: " Acuérdate de mí si nunca sientes un beso que a tu amor convenza".

Hoy entrego un poco de esa poesía revestida de un erotismo que duele en el alma, un tema en vídeo titulado "Perdón por los bailes", compuesto por Pablo Milanés e interpretado a dúo con el español Andrés Suárez, un paseo por la nostalgia, que explica perfectamente que la piel tiene alma...
Por cierto la encuesta anterior reveló un empate entre la posición de "cuatro patas" o doggy-style y la "cabalgata" de ella sobre él. Y es que resulta que en la primera, es el hombre quien surte a la mujer de placer, llevando su ritmo hasta el fondo de ella, para luego ir y venir, al tiempo que contempla todo el esplendor de sus partes más íntimas. En la segunda, es ella quien se "masturba" sobre él, marca el paso y se da placer a su gusto, mientras lo mira extasiada. Recuerden que ahora Cuentos de Pura Piel tiene Twitter para que se sumen a "seguirme" y den sus ideas y comentarios...
@depurapiel

Pues bien, hablemos de otra cosa. Cierta vez le pregunté a un amigo: "Tú has tenido sexo con chicas que tienen su novio?" y me respondió de inmediato "Sí, muchas veces". Hice una pequeña pausa y volví a preguntar: "¿y con mujeres casadas?". Esta vez pensó un poco más y respondió: "Pues claro, también". Y luego le dije: ."..no te parece extraño que nosotros lo hagamos con las mujeres de otros y que con nuestras novias nadie lo ha hecho?" Entonces un silencio largo se hizo presente en la conversación. Se quedó pensando. El siguiente vídeo representa esa situación en la que la chica nuestra, es decir, la que tenemos, o nuestra esposa, está, supuestamente ,en casa de alguna amiga, o estudiando o de compras, y el móvil o celular, está apagado. O puede ser que es tu novio querida lectora, que está en una reunión de trabajo. Nuestra chica llenando el aire de gemidos mientras es perforada por otro, o vuestro novio que está vaciando su semen en otro oscuro y humedo agujero. No es para alarmarlos, pero sucede.

Infieles

HISTORIAS INCONFESABLES O SUBMUNDOS DEL PLACER
A veces el Destino va tejiendo caminos insospechados, obviamente, para cualquier persona, sin que se de cuenta, alguien puede estar atavesando una puerta que lo lleve a un mundo, a una situación, a una historia que no podrá contar jamás a nadie, historias que se convierten en secreto y se irán con los protagonistas a la tumba, a menos que ese protagonista o esa protagonisya se hayan atrevido a contarla a alguien más y ese alguien no haya soportado la tentación de decirlo a muchas otras personas. Tal vez este sea el caso.
Esta es la historia oscura de dos personas, Oscar y Lucía. Comencemos con Oscar. Él un hombre de clase media alta, es decir con comodidades materiales, con dinero, aunque no millonario, en fin un hombre exitoso en sus negocios. Un hombre de 55 años, maduro, de buen porte, casado desde hacía 25 años con Magdalena, con dos hijos, una guapa estudiante universitaria de 23 años y un adolescente rebelde de 16 años. Una familia estandar, de buen vivir, queridos y apreciados en su comunidad. Pero el Destino estaba en marcha.
El señor Oscar aprovechó que su esposa tenía un viaje fuera del país, por cuestiones de negocio, para "echar una canita al aire", un toque de infidelidad sin mayores riesgos que lo que puede dar una noche de locura. mientras estaba una noche sentado en el sofá, fumando un cigarrillo y tomándose un trago, decidió hacer una llamada a una amiga que tenía un prostíbulo de buena clase, y a quien acudía de vez encuando para hacer algún pedido especial o ubicar una fantasía personal. Esta vez quería no que le enviaran una chica a su hogar por dos horas, aunque su hijo sólo estaba entregado a los video juegos y su hija en la universidad, él quería ir al local un rato.
- Hola, cómo está mi estimada amiga? es Oscar...
- Oscar...qué tal? al fin aparece uno de mis mejores clientes. Dime, qué deseas para hoy. Tengo una jovencitas nuevas, que están para ser devoradas...
- Bueno, de eso se trata, de una putica de esas. Pero quisiera algo diferente. Quiero hacerle de todo, pero deseo que tengas los ojos vendados hasta que yo salga de la habitación.
- Ah, perfecto. No hay problemas...algo erótico, luz apagada y puta con los ojos vendados para tú hacerla sufrir un poco. Me parece bien. Tengo a la putica ideal.
- Ok. Voy por esa. Pero el asunto es que yo también deseo tener los ojos vendados...sexo a ciegas, eso quiero. Tú me vendas y me metes en la habitación de la zorra...y luego calculando dos horas, tocas la puerta y vas por mí. Eso sí, ni ella ni yo nos despojamos de las vendas, hasta que yo salga de ese cuarto, quiero imaginarme cualquier cara...menos la de la puta que me esté tirando. Y no quiero que me hable...ni yo pienso decir palabra algunas...sólo que grite o gima cuando le meta mi verga por todos sus orificios.
- Tranquilo Oscar. Ven a las nueve. Todo estará arreglado como quieres...
El señor Oscar, no perdió tiempo. Se vistió, le dijo a su hijo que iría a visitar a unos amigos y llamó a su hija al celular y le comentó lo mismo y además le sugirió que tuviera cuidado al regresar a casa, que no se fuera de fiesta. Se puso en camino hacia el burdel de lujo.
Oscar llegó puntual, se puso de acuerdo con la Madame, su amiga de hace años, y fue a un salón de espera, allí se desnudó por completo y Madame Ligia, le colocó las vendas en los ojos. le puso de pie y lo dirigió hacia el cuarto de la prostituta, que esperaba en su cama sentada, también con ojos vendados. En la cama estaban colocados, cremas lubricantes, consoladores, un látigo y preservativos. La chica está servida. Oscar es introducido a ese cuarto, cuaro salpicado por una suave luz roja y una música romántica e instrumental de fondo.
cuando la mujer sintió que la puerta se cerró, intuyó que ya había un macho olfateando su olor a hembra. Entonces tanteando la pared fue buscando cuerpo de hombre. El señor Oscar, hizo lo propio...y en ese andar los dos cuerpos desnudos tropezaron.
Se iniciaron las caricias. Ella comenzó a tocar los testículos de aquel hombre, suavemente, luego apretó el pene con fuerza para sacarle un quejido a ese hombre, le bajó toda la piel posible y con el dedo pulgar de su mano daba giros sobre la cabeza inflamada de aquel miembro inquieto. Él, buscó las tetas suaves de esa joven, apretó una de esas tetas que le estaban ofreciendo. Buscó la boca de ella, ésta se la negó primero, sólo para desquiciarlo, luego se la entregó y enjuagaron sus lenguas en un beso lujurioso. Ella que sabía adónde estaba la cama, fue llevándolo hasta tumbarse ambos en la misma. Allí, Oscar, tropezó con los objetos de juegos que se habían dispuesto para el disfrute. Adivinó que había un consolador...se ubicó en las tetas de la mujer y fue bajando hasta encontrar el orificio de la vagina...un excitante gemido de ella lo terminó de ubicar en tan suculento manjar, el olor también le dio una pista...entonces se lo fue enviando todo hasta el fondo. Ella lo tomó por los hombros y lo echó hacia atrás, lo colocó boca arriba y bajó hasta el tieso pene para tragárselo todo, él se movía a ritmo de acabar pronto, entonces ella dejó su furia para que ese hombre disfrutara más.


Ella en el fragor de la batalla se fue deslizando hasta el piso, allí Oscar encontró la cintura de la chica, la puso en cuatro patas y apuntó hacia lo que creía era la vagina, obvio que falló el tiro y la cabeza del pene chocó varias veces contra un negado orificio anal. Pero tanto fueron los intentos hasta que con la ayuda de ella, aquella inflamada polla entró a la vagina empapada de la hembra que se entregaba. Una y otra vez, una y otra vez Oscar perforaba aquel agujero. Sin embargo, cuestión de normas establecidas, él no podía acabar adentro de ella. Por esa razón, ella calculando que aquel hombre estaba a punto de derramar su semen adentro de su vagina, estiró su mano sobre la cama y alcanzó un condón para que él lo usara. Oscar lo recibió sin para de dar enviones a esas nalgas y se detuvo unos segundos para, desesperado claro, colocarse el condón y volver a la oscuridad mojada de aquella joven. Ahora la música de fondo sí cedió espacio para que se escuchara el ronco gemir de Oscar justo cuando soltaba todo so chorro de semen. Hubo silencio luego, una pausa, él se salió de ella... desprendió poco a poco el condón de su pene y sospechando que ella aún estaba abierta y en cuatro, vació el contenido del condón sobre aquella espalda inclinada de ella.

Para cumplir con lo acordado, ambos buscaron la cama sin hablar y sin quitarse las vendas, él mientras acaiciaba el colchón, tropezó con sus dedos un arete, un zarcillo o un pendiente, como también se le dice, y lo escondió para llevárselo de recuerdo. La chica buscó en la parte superior de la cama un botón y lo accionó para avisar que su tarea había concluido y que podían venir a la habitación por el cliente. Así fue.

Ya Oscar satisfecho, vestido y habiendo cancelado los servicios, agradeció a la regente del burdel, tan suculento plato hecha puta que se había disfrutado. Feliz se marchó a su hogar. A l cabo de una hora, cerca de las once y quince de la noche, Oscar estaba de nuevo sentado en el sofá de la sala, fumando, tomando y recordando. Su hija recién llegaba de la universidad y fue hacia su papá para darle el beso de saludo.

- Hija querida, ya veo que no te fuiste de fiesta...qué bien!!!
- Uff papá, estoy agotadísima...nada de rumba por hoy, directo a la cama...

Pero justo cuando ella le daba el beso de buenas noches, Oscar notó que a ella le faltaba un arete en una de las orejas y extrañado y ya preocupado, le preguntó:

- Hija...y el otro arete?
- Ni idea papá...con tanto agite tal vez se me cayó y ni cuenta me dí...buenas noches papá, que sueñes con mamá, hasta mañana.

Cuando ella se había ido a su cuarto, él sacó el arete que había traído del burdel, lo vió con detenimiento, comprobó que era idéntico al que le faltaba a su hija Ligia, se llevó las manos a su cara, tembló, lloró...en un arranque de nerviosismo se fue apresurado a su habitación, cerró la puerta. Al pasar unos minutos se escuchó un disparo seco, y otros minutos más tarde un hilo de sangre salía por debajo de la puerta de Oscar, del señor Oscar.

SUBMUNDOS

Son historias, relatos de gente que de pronto se encuentra en otros mundos, o mejor dicho, en submundos. Como la historias de "amigas" durmiendo juntas porque tienen un examen de matemáticas al día siguiente y una de ellas se quedó en la casa de la otra para repasar algunos temas. Pero detrás de esas paredes, lo que ha ocurrido, no una sino muchas veces, son encuetros de piel con piel, piel de mujer contra piel de mujer, besos locos, caricias prohibidas que se hacen permitidas sólo con la lujuria que ofrece el sexo. Pero igual, lo insospechado también se puede producir al aire libre, en la playa. Este es el caso de dos amigas que asistieron a la playa con un grupo de la universidad, después de haber tomado algunos tragos, se miraron pícaramente, y eso bastó para que una de ellas tomara su bolso y le mostrara, de forma discreta, la punta de un jueguetico íntimo que había llevado. Sólo pasaron unos segundos y ambas, con la excusa de ir a dar un paseo para conocer el sitio, se perdieron en el horizonte, para luego entregarse a la locura.





O la historia del primo Frank, que aprovechó de ayudar a su prima Sofía a realizar una tarea de química y la forzó a tener relaciones sexuales. Esas violaciones que no se registran en los lobros de denuncias policiales, porque tienen algo de "provocación" y de sumisión consciente y, por tanto, se disfruta hasta cierto punto.


Ese día Frank la vió de espalda, ella sentada esperando que él entrara para que la ayudara...obvio que había cierta picardía entre ambos en muchas ocasiones pasadas y sucedió que él la tomó con brusquedad por la cara y así, justo por eso ella comenzó a lubricar su vagina a chorros.


Ella se limitó a forcejear, pero era una resistencia básica, una resistencia con la idea fija en dejarse vencer, en ser tomada por su primo. En esa "aparente lucha", Sofía se abría de para en par para facilitarle las cosas a su primo. Fantasías que se cumplen.


Es más, mientras más él trababa de desprenderle las ropas, ella se las iba quitando como simulando que era parte de la resistencia. Una exquisita escena de querer dejarse sin que se sienta que se deseaba. El asunto terminó como terminan estos casos. Ella se niega sin oponer mucha fuerza, él la va desnudando, aunque no del todo, sí lo suficiente para poseerla, ella descubre de reojo el miembro que se va a tragar por debajo, se excita, se entusiasma, enloquece...

Ella se deja acariciar, esta vez va cediendo más cuerpo, se va entregando, se va rindiendo, se deja besar en la boca, siente que le introducen los dedos en el ano...y se deja, luego siente al hombre encima y al pene de éste buscar su agujero mojado y en fin ocurre lo que tenía que ocurrir.



Sofía siente que le pertenece a su primo, está penetrada y le gusta estar así, lo disfruta, se rindió y ahora es poseída y quiere gozarse a su hombre por completo. Es claro que después de todo lo que sabemos que pasó, habrá un silencio cómplice entre los primos, tal vez nunca hablen del tema, o quizás ella, Sofía, siempre tenga una tarea del colegio pendiente. La vida está llena de historias parecidas.

EL PROFE Y SU DESEO DE TENERLA

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