domingo, 17 de febrero de 2013

EL PLACER, LA LUJURIA,
 LA LOCURA DE SENTIR 
EL SEXO COMO INSTINTO ANIMAL 
He aquí que el ser humano descubrió el placer que la naturaleza ubicó en su intimidad para perpetuar la especie, pero logró burlar a conciencia cómo evitar descendencia para dedicarse a sentir sin riesgos de seguir poblando la Tierra. Y es así como a través de los años, la historia sexual experimenta evolución y más en épocas modernas en las que el instinto animal aflora muchas veces sin tabú. El deseo reprimido se reprime menos, las fantasías sexuales ya no son sino parte de lo cotidiano, la búsqueda de placeres está en cada mente, sólo esperando, como fiera al acecho, que se presente el momento. El juego de depredadores y depredadoras conjuntamente con "presas fáciles" que se dejan alcanzar. Así ha sido desde hace muchos años, pero ahora existen medios y la tecnología, existe la industria del sexo...la piel expuesta, la sensualidad maquillada, el morbo en las miradas y, aún así, falta mucho por ver

Sasha exquisita y traviesa 
La música va por dentro

Ariel Rebel: despertando bajos instintos


Abelinda: sin límites


Y algo de música y piel profunda y humeda

¿Por qué les gusta estar en 4 patas?

¿Es la posición preferida de ellas o de ellos?
¿Una posición del instinto ancestral de la hembra o el placer de la sumisión?

Algunos antropólogos consideran que hace muchos, muchos años nuestros antepasados se desplazaban en cuatro patas, tanto el macho como la hembra eran muy distintos a la manera en que se conocen hoy día. Incluso, se dice que el hecho de que las mujeres se pinten los labios de la boca, es un acto incosciente de llevar un distintivo que dé la señal al macho de que ellas son la hembra. Al andar en cuatro patas, la hembra, en sus orígenes, mostraba los labios de su sexo al macho, al erguirse en dos patas, la vulva se ubicó en una posición no visible y la hembra buscó la manera de ubicar su sexo en su boca dándole color con pintura labial. Como quiera que lo anterior es sólo una teoría, no deja de llamar la atención que una de las posiciones preferidas de las mujeres al momento de entregarse es la La unión del Antílope o la del Perrito, conocida también como "en cuatro patas".

Sin duda esta posición ofrece algunas ventajas: esta posición es apasionada. Con los dos en posición de cuatro, permite la comodidad del hombre para tocar el clítoris o el ano de su compañera, además de variados movimientos que dan la posibilidad de que la mujer tome con una mano los testículos del hombre. Igualmente la chica puede masturbarse el cíltoris con sus manos mientras está siendo penetrada.


Por otra parte, el hombre tiene una visual privilegiada, pues puede ver a la mujer desde atrás, ver sus nalgas en costante vaivén y ver el ano entreabierto, en caso de estar penetrándole la vagina ya que es una posición que también permite el sexo anal. El hombre puede sujetar a la mujer desde la cintura y atraerla hacía él para una penetración más profunda.

Aunque algunas mujeres pueden sentirse desvalorizadas en esta posición, la mayoría accede a ella con dedicado placer. Hay que decir que tal vez en el fondo de la mente subyace la idea de la lucha entre el dominador y el dominado, entre el poder de uno y la sumisión del otro, pasividad y actividad. De allí las expresiones revestidas de romanticismo que esconden el verdadero placer del sexo: "hazme tuya", "poséeme", "te pertenezco", etc.

Como quiera que sea, hay un momento cumbre en el la mente de la mujer que se entrega en cuatro patas, el instante en que asume la posición, bien sea a pedido del hombre, por iniciativa propia o como resultado del juego sexual en la cama, y es el instante en que ella sabe que el hombre la está mirando toda abierta, que en cuestión de segundos comenzará a sentir cómo su orificio vaginal va cediendo a la entrada de la cabeza del miembro del hombre, hasta experimentar todos los centímetros de músculo viril perforar sus entrañas mojadas.

En fin, allí estarán ambos, mujer y hombre o macho y hembra, entregados al fascinante placer del sexo, bañados de sudor y lujuria, de olores íntimos, rodeados de gemidos que surgen de cada movimiento apasionado, con amor de pareja o con puro instinto animal. Las gráficas que aquí ofrecemos nos dan una idea de lo provocativa que puede ser la posición del "perrito" o la "perrita".


Espero que hayan disfrutado de estas imágenes y de los comentarios que las acompañan y les recuerdo que pueden ir a "entradas antiguas" de este blog, para encontrar los relatos, cuentos y poemas, que hacen del sexo un mundo de realidades y fantasías...Y no dejen de visitar  Aquellos Seres Que Vuelven, un blog diferente...